Seguro más de una vez has pensado que el algoritmo “te odia”. Tus publicaciones no se muestran, el alcance baja y los likes desaparecen. Pero no, el algoritmo no tiene nada personal contra tu marca. Simplemente no te entiende… todavía.
Las redes sociales funcionan con sistemas que buscan conectar contenido con personas interesadas en él. Si tus publicaciones no logran esa conexión, el algoritmo asume que no son relevantes, y por eso deja de mostrarlas. Así de simple.
Entonces, ¿qué puedes hacer? Primero, entender cómo “piensa” el algoritmo. Le gusta el contenido que genera interacción real: comentarios, guardados, compartidos. También valora la constancia, la coherencia del mensaje y, sobre todo, que tu contenido aporte algo útil o entretenido.
Publicar por publicar ya no funciona. Lo que sí funciona es crear estrategias basadas en lo que tu audiencia sí quiere ver. Eso implica analizar resultados, probar formatos nuevos y hablar el mismo idioma que tu comunidad.
Así que antes de culpar al algoritmo, revisa si tu marca está comunicando con claridad. Porque cuando el mensaje es auténtico, relevante y consistente… el algoritmo no solo te entiende, sino que te impulsa.
El algoritmo no odia tu marca, solo espera que aprendas a hablarle su lenguaje.